Decálogo británico
Por Horacio Ricciardelli*
“Conoce a tu enemigo, conócete a ti mismo y serás invencible”
-Sun Tzu.
¿Acaso alguna vez hemos enviado antropólogos a Gran Bretaña para estudiarlos a ellos como hacen con nosotros? Seamos humildes, no caigamos en la arrogancia que fortalece al enemigo. Reconozcamos cuanto debemos aprender de este, de la ventaja que nos lleva.
Dijimos que, el Imperio británico es heredero del imperio naval de Venecia. La historia de cómo la oligarquía de Venecia no se resignó a quedar encerrada en el Mediterráneo, hizo la mudanza de capitales más grandes de la historia, que permitió la creación de la flota más grande, y por ello la inversión de capital más grande hasta esa fecha.
El Servicio de Inteligencia de Venecia (Consejo de los Diez o Consiglio dei X fue el modelo en el cual Sir James Walsingham fundó el Servicio Secreto, el actual M16 ¡en 1580!, tanto en su concepto geopolítico como de subversión interna, desarrollados en las Guerras de Religión de Alemania y en respuesta a la Liga de Cambrai de 1509, el uso de la Universidad de Padua como recurso de Inteligencia, lo financiero como fin económico, su doctrina de Libre Comercio y maltusianismo como doctrina anticipada por Gianmaria Ortes.
Hasta la capacidad de carga humana del planeta no varió al día de hoy, ni por el “Tanque de Pensadores” del Club de Roma, ni su consecuencia, el plan de genocidio planetario: National Security Study Memorandum 200, firmado por el Secretario de Estado “Sir” Henry Kissinger, el Parlamento sobre el modelo del Gran Consiglio o el papel simbólico de la monarquía como Dux no electo, de esto y más.
El Imperio británico es heredero de Venecia, empezando por sus banqueros y su Sistema de Inteligencia.
Somos ignorantes y debemos enfrentar una oligarquía imperial con experiencia de siglos.
El Imperio Británico heredó de Venecia un “Decálogo de Acción” que se constituyó en las bases y principios de la Estrategia Imperial:
1. Dividir para Reinar. Nunca atacar sin primero provocar la división interna del enemigo. Reinar alentando falsas opciones y dirigir ambos bandos en conflicto. Crear y dirigir la mayor cantidad de bandos posibles en el conflicto: “Derecha” e “izquierda”, militares y “guerrilleros”, y si hay muchos judíos, crear las organizaciones “nazis”. Utilizar toda clase de Quinta Columna para toda clase de tarea posible.
II. Mercados y no países. Lo importante es el Poder Económico y Financiero. Todo poder económico y financiero termina siendo poder político, cultural y militar. No dejar que haya nacionalismo dentro del Mercado porque este puede perderse.
III. Incitar para Vencer. Desinformar al Enemigo y, por medio de agentes. propios, incitarlo a que ataque cuando está en una situación estratégica desventajosa.
IV. El Poder no se muestra. En lo interno se actúa por medio de “nativos” que hacen el “trabajo sucio”. Desde afuera se actúa por medio de “terceros países” o nativos de estos. En caso de fracaso se culpa al “agente externo”.
VI. La Guerra es la última de las políticas. La mejor política es debilitar y corromper por dentro al Enemigo. Es la Técnica de la “Túnica de Neso”, La Guerra Militar debe ser precedida por Guerras Políticas.
VII. No hay amigos o enemigos permanentes, sino intereses permanentes. Las lealtades religiosas o ideológicas se dejan para los incautos. Se apoya a quien brinde más ganancias. Si el otro ofrece algo mejor, se cambia de alianza
VIII. Quien controla el mar controla el comercio y quien controla el comercio, controla el mundo. No debe dejarse al centro de Poder en tierra, adentro del continente. El Poder se ejerce desde el puerto hacia el interior del continente.
IX. No importa perder batallas sino ganar guerras. En una Estrategia Total se compromete el Poder comercial, financiero, político, religioso, racial, cultural, de todo el imperio. Una batalla militar no es la Guerra Imperial Total.
X. Estrategia sin Tiempo. No hay plazos sino objetivos. No actuar hasta estar seguro de ganar. El Objetivo no es dar al Enemigo un golpe leve del cual se reponga pronto, sino un golpe grave del cual no se reponga jamás, a menos que al imperio le convenga que se vuelva a levantar para emplearlo contra otro Enemigo que surja.
-General von Schlieffen.
Es otro de los corolarios de Clausewitz, pero es quizá el que más se acerca a Sun Tzu y a la tradición británica. En realidad debe leerse como:
“La guerra (militar) es la última de las (guerras) politicus”
La guerra ya no se reduce a un acto de Fuerza. Es precedida por una serie de políticas pérfidas que permiten conocer al enemigo, desorientarlo, manipularlo, dividirlo, debilitarlo, aislarlo de sus amigos, dejarlo rodeado de enemigos y, cuando esto sucede, emplear el veneno del agente o el puñal del sicario. No veamos la Pérfida Albión como un noble guerrero de la Edad Media sino como un cortesano del Renacimiento que no vacila en mentiras, intrigas, venenos o estiletes. Elementos que se elevaron a la categoría de un arte y causaron la ruina de muchos reinos.
*Horacio Ricciardelli (1944-2023)
El Vice comodoro (R) (VGM) Horacio Ricciardelli había nacido el 27 de junio de 1944 en Capital Federal, Argentina. Dirigía el programa de radio “La Voz del Cóndor Malvinense” y era analista político nacional e internacional con especialidad en geopolítica y soberanía.
En 1964 ingresó a la Escuela de Aviación Militar (EAM) de la Fuerza Aérea Argentina (FAA). Egresó de la Escuela de Aviación Militar en el año 1967 con el grado de alférez. Realizó el curso de Aviador Militar en el año 1968. Fue Instructor de aspirantes, cadetes y del curso de aviadores de oficiales de la reserva (CAOR) durante siete años. Técnico y Licenciado en Meteorología de la Universidad de Buenos Aires (UBA); Facultad de Ciencias Exactas 1977.
Realizó cursos sobre interpretación satelital y meteorológica en la Comisión Nacional de Investigaciones Especiales (CNIE) y similar de Francia; años 1976 – 1977 – 1979. Fue integrante de la delegación Argentina y en el exterior de la especialidad. Hizo cursos sobre investigación operativa en lo Científico y en lo Operativo Militar en la Escuela de Defensa Nacional. Realizó un curso de Comando y Estado Mayor, en la Escuela Superior de Guerra Aérea – Fuerza Aérea Argentina.
Ricciardelli fue integrante Fundador del Comando Aéreo de Transporte (FAA) años 1978 – 1979 – 1980. También integró el Estado Mayor de la Fuerza Aérea Sur años 1981 – 1982. Participó como combatiente e integrante del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Sur (FAS) durante la batalla por la reconquista de las Islas Malvinas, siendo condecorado por la FAA y el Congreso de la Nación. Fue Jefe de Escuadrón en la VII Brigada Aérea de Morón (1982-1985). También subdirector Operativo, Subdirector Logístico y Director reemplazante del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) años 1985-1988.
En enero de 1988 participó en el levantamiento del Aeroparque Militar, junto a otros camaradas que se oponían a la destrucción de las Fuerzas Armadas y las conflictivas situaciones internas de la Fuerza Aérea. Fue indultado en el año 1990, conservando sus honores y grado militar hasta su retiro.
Fue fundador y Presidente desde el año 1994 hasta la fecha del movimiento Cívico – Militar “CONDOR”. Fue autor de numerosas publicaciones que hacen a la realidad geopolítica y estrategia de la República Argentina; tales como, “Los Vampiros de la Patria”, el “Mapa de la Ocupación Territorial” (Argentina Invadida), “Los Protocolos de la Corona Británica, Estrategia anglo-americana”, “El Faro Nacional, Luz de encuentro nacional en la oscuridad colonial”.